INTRODUCCION
En este texto queremos, argumentar y dar algunas conclusiones sobre el texto de Ignacio Ramonet “el poder mediático”. Basamos nuestro texto en algunos temas que a nuestro punto de vista son los más importantes y que ejemplifican la realidad de la información de hoy; como lo es el poder mediático, la presión de los medios masivos, la publicidad y la calidad de la información. Además damos algunos ejemplos de empresas colombianas de medios que no nos venden información, nos venden publicidad.
ARGUMENTACION
La información de hoy según el autor, “está considerada esencialmente como una mercancía”|1. A las empresas mediáticas de hoy lo único que les interesa es sacar provecho lucrativo y de poderío mediante la publicidad y lo más grave pasando por encima de la calidad de la información. Él periodismo de hoy ya no se basa como antes en investigar, corroborar la información, ir directamente a las fuentes, de informar con la verdad; ya va directo con brevedad a una velocidad que no nos da la capacidad de pensar y cuestionarnos sobre el acontecer del día a día. Los medios masivos nos regalan la información pues la encargada de pagar por nosotros es la publicidad. Es el ejemplo claro de noticias RCN de las 7pm, donde no se sabe si es un noticiero para dar información o un noticiero de publicidad, cabe resaltar que RCN adoptó un modelo muy norteamericano, donde los medios masivos hacen parte de empresas privadas que van en busca de una ideología, RCN es parte de una gran empresa (GRUPO NUTRESA) y es allí donde cuestionamos la calidad de voracidad de la información que nos dan a conocer.
CONCLISION
Una de las consecuencias de la mala información de hoy es la falta de entendimiento de las personas que emiten dicha información; ella queda en el aire, sabemos que está ahí pero no nos atrevemos a pensar o a opinar, en pocas palabras temor o falta de interés en la información. La publicidad da como consecuencia el consumismo excesivo que envuelve a la sociedad ya sea de información o de material. Algo que preocupa bastante y cuestiona la sociedad de hoy en día, es el hecho de que entre más civismo y más preparación académica, mayor es el nivel de mediocridad en la información; para qué tantos estudios si los medios masivos se encargan de decirnos, cómo tenemos que escribir, cómo debemos hablar, cuánto nos tenemos que demorar, y qué lenguaje utilizar. Es el momento de reflexionar qué clase de comunicadores queremos ser, cómo queremos que nuestras funciones y deberes lleguen a culturizar a una sociedad más argumentativa y educada. Es momento de pensar que si nos gusta que nos den la información veraz y oportuna hay un compromiso de devolver a la sociedad, la verdadera información.
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